¿Cómo combatir la morosidad?

Pelado

Ante una situación de morosidad, hay que actuar con rapidez y ponerse en manos de los mejores profesionales. Ellos son la mejor opción para gestionar el cobro a los morosos, tienen un mayor conocimiento de la problemática legal y cuentan con los métodos más eficaces a la hora de conseguir el cobro de las deudas. No obstante en SuperContable, hemos decidido crear esta sección para que cualquier interesado pueda conocer de una forma general y aproximada, los aspectos más relevantes y las distintas fases que caracterizan el proceso de recobro de impagados, que exponemos más adelante.

Como quiera que sea, la morosidad se trata de un fenómeno que ha estado y seguirá estando presente en las cuentas de la mayoría de las empresas, con lo que la posición más realista que se puede adoptar en este sentido no consiste en intentar alcanzar la deseable cuota 0% de morosos, sino en reducir dicho porcentaje hasta minimizarlo, haciendo hincapié en la importancia de una adecuada política de prevención, aspecto que ha sido desarrollado anteriormente de forma extensa en el decálogo de prevención contra la morosidad de SuperContable.

Tras esta reflexión, procederemos a exponer algunas de las cuestiones más relevantes a la hora de conseguir que un cliente moroso haga frente a las obligaciones contraídas con la empresa acreedora.

1. Actuación inmediata.

La morosidad, una vez detectada, requiere una acción firme, no inflexible, pero inmediata, por parte de la empresa acreedora, pues cada día que se retrasa la gestión de cobro, la posibilidad de recobro disminuye y además es necesaria una mayor profesionalidad para llevarla a cabo.

2. Intentar llegar a un acuerdo de modo amistoso.

Se trata de conseguir, en la medida de lo posible, la gestión del recobro de forma amigable. Muchas veces el cliente no tiene intención de retrasarse en el pago, sino que simplemente tiene problemas transitorios de liquidez. Un trato adecuado en el fondo y en las formas puede permitir a la empresa conservar un buen cliente y evitar además molestos trámites judiciales.

Existen diferentes modos de reclamar amistosamente una deuda:

3. Si no hay acuerdo, ponerse en manos de profesionales.

En el caso de que la vía amistosa haya resultado infructuosa, recurrir a empresas especializadas en el cobro de morosos. Algunas de éstas superan el 80% de efectividad y sus honorarios suelen estar en proporción al importe de la deuda recuperada.

4. Última alternativa: inclusión en registro de impagados y recurrir a la vía judicial.

Si no se ha conseguido el cobro de la deuda por ninguno de los cauces anteriores, lo adecuado es incluir al moroso en los registros de impagados (CIRBE, RAI, ASNEF, BADEX CUG...). De esta forma, se limitan las posibilidades de que el moroso pueda obtener un crédito hasta que el mismo haga frente a la cuantía adeudada. Si transcurrido un período de tiempo razonable, el impago persiste, sólo cabe optar por la ejecución de la vía judicial.

A continuación, y con la finalidad de simplificar y hacer más práctica esta sección, hemos colocado los enlaces correspondientes a la problemática de la reclamación de la deuda vía judicial, tema ya abordado anteriormente en SuperContable.

4.1. El importe de la deuda no consta acreditada en documento.

4.2. El importe de la deuda consta acreditada en factura o recibo.

4.3. El importe de la deuda consta acreditada en documentos cambiarios.

4.4. El importe de la deuda consta documentado en resolución judicial.

4.5. El importe de la deuda consta documentado en escritura pública o póliza.

Comparte sólo esta página:

Síguenos