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Tributación en ITPyAJD de compra a título oneroso el 50% de participaciones entidad mercantil con más del 50% de su activo en inmuebles.

CONSULTA VINCULANTE FECHA-SALIDA 04/02/2013 (V0307-13)

DESCRIPCIÓN DE LOS HECHOS:

 El consultante se plantea adquirir a título oneroso el 50% de las participaciones de una entidad mercantil cuyo activo está constituido en más del 50% por inmuebles situados en territorio español, en concreto por una vivienda unifamiliar situada en Mallorca.
Las participaciones objeto de transmisión no han sido recibidas por los actuales transmitentes por aportaciones de bienes inmuebles realizadas con ocasión de la constitución de la sociedad o de la ampliación de su capital social.

La sociedad no ha venido desarrollando actividad económica alguna, por lo que el inmueble no ha estado afecto a ninguna actividad empresarial.

El resto de las participaciones sería adquirido por otra persona física no vinculada a los socios actuales ni a la sociedad cuyas participaciones son objeto de transmisión. El transmitente tampoco tiene relación de vinculación de ninguna clase con la sociedad cuyas participaciones son objeto de transmisión, ni con sus actuales socios, ni ostenta con carácter previo a la operación titularidad alguna, ni directa ni indirecta, con respecto a las participaciones de dicha sociedad .

CUESTIÓN PLANTEADA:

Tributación en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados de la referida transmisión de valores y, en concreto si resulta de aplicación la exención establecida en el artículo 108 de la Ley 24/1988, de 28 de julio del Mercado de Valores, teniendo en cuenta que el consultante no obtiene el control de la sociedad.

CONTESTACION-COMPLETA:

La Ley 7/2012, de 29 de octubre, de modificación de la normativa tributaria y presupuestaria y de adecuación de la normativa financiera para la intensificación de las actuaciones en la prevención y lucha contra el fraude (BOE de 30 de octubre de 2012) ha modificado sustancialmente el contenido del artículo 108 de la Ley 24/1988, de 28 de julio, del Mercado de Valores (BOE de 29 de julio de 1988),en adelante, LMV.

El precepto, que ha entrado en vigor el día 31 de octubre de 2012, aplicable a todas las transmisiones de valores producidas a partir de esa fecha, ha quedado redactado en los siguientes términos:

Artículo 108

               “1. La transmisión de valores, admitidos o no a negociación en un mercado secundario oficial, estará exenta del Impuesto sobre el Valor Añadido y del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados.
2. Quedan exceptuadas de lo dispuesto en el apartado anterior las transmisiones de valores no admitidos a negociación en un mercado secundario oficial realizadas en el mercado secundario, que tributarán en el impuesto al que estén sujetas como transmisiones onerosas de bienes inmuebles, cuando mediante tales transmisiones de valores se hubiera pretendido eludir el pago de los tributos que habrían gravado la transmisión de los inmuebles propiedad de las entidades a las que representen dichos valores.

               Sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior, se entenderá, salvo prueba en contrario, que se actúa con ánimo de elusión del pago del impuesto correspondiente a la transmisión de bienes inmuebles en los siguientes supuestos:

               a) Cuando se obtenga el control de una entidad cuyo activo esté formado en al menos el 50 por ciento por inmuebles radicados en España que no estén afectos a actividades empresariales o profesionales, o cuando, una vez obtenido dicho control, aumente la cuota de participación en ella.
b) Cuando se obtenga el control de una entidad en cuyo activo se incluyan valores que le permitan ejercer el control en otra entidad cuyo activo esté integrado al menos en un 50 por ciento por inmuebles radicados en España que no estén afectos a actividades empresariales o profesionales, o cuando, una vez obtenido dicho control, aumente la cuota de participación en ella.
c) Cuando los valores transmitidos hayan sido recibidos por las aportaciones de bienes inmuebles realizadas con ocasión de la constitución de sociedades o de la ampliación de su capital social, siempre que tales bienes no se afecten a actividades empresariales o profesionales y que entre la fecha de aportación y la de transmisión no hubiera transcurrido un plazo de tres años.

               3. En los supuestos en que la transmisión de valores quede sujeta a los impuestos citados sin exención, según lo previsto en el apartado 2 anterior, se aplicarán las siguientes reglas:

               1.ª Para realizar el cómputo del activo, los valores netos contables de todos los bienes contabilizados se sustituirán por sus respectivos valores reales determinados a la fecha en que tenga lugar la transmisión o adquisición. A estos efectos, el sujeto pasivo estará obligado a formar un inventario del activo en dicha fecha y a facilitarlo a la Administración tributaria a requerimiento de esta.
2.ª Tratándose de sociedades mercantiles, se entenderá obtenido dicho control cuando directa o indirectamente se alcance una participación en el capital social superior al 50 por ciento. A estos efectos se computarán también como participación del adquirente los valores de las demás entidades pertenecientes al mismo grupo de sociedades.
3.ª En los casos de transmisión de valores a la propia sociedad tenedora de los inmuebles para su posterior amortización por ella, se entenderá a efectos fiscales que tiene lugar el supuesto de elusión definido en las letras a) o b) del apartado anterior. En este caso será sujeto pasivo el accionista que, como consecuencia de dichas operaciones, obtenga el control de la sociedad, en los términos antes indicados.
4.ª En las transmisiones de valores que, conforme al apartado 2 anterior, estén sujetas al Impuesto sobre el Valor Añadido y no exentas, la base imponible se determinará en proporción al valor de mercado de los bienes que deban computarse como inmuebles. A este respecto, en los supuestos recogidos en la letra c) del apartado 2, la base imponible del impuesto será la parte proporcional del valor de mercado de los inmuebles que fueron aportados en su día correspondiente a las acciones o participaciones transmitidas.
5.ª En las transmisiones de valores que, de acuerdo a lo expuesto en el apartado 2 anterior, deban tributar por la modalidad de transmisiones patrimoniales onerosas del Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados, para la práctica de la liquidación, se aplicarán los elementos de dicho impuesto a la parte proporcional del valor real de los inmuebles, calculado de acuerdo con las reglas contenidas en su normativa. A tal fin se tomará como base imponible:

– En los supuestos a los que se refiere la letra a) del apartado 2 anterior, la parte proporcional sobre el valor real de la totalidad de las partidas del activo que, a los efectos de la aplicación de este precepto, deban computarse como inmuebles, que corresponda al porcentaje total de participación que se pase a tener en el momento de la obtención del control o, una vez obtenido, onerosa o lucrativamente, dicho control, al porcentaje en el que aumente la cuota de participación.
– En los supuestos a los que se refiere la letra b) del apartado 2 anterior, para determinar la base imponible solo se tendrán en cuenta los inmuebles de aquellas cuyo activo esté integrado al menos en un 50 por ciento por inmuebles no afectos a actividades empresariales o profesionales.
– En los supuestos a que se refiere la letra c) del apartado 2 anterior, la parte proporcional del valor real de los inmuebles que fueron aportados en su día correspondiente a las acciones o participaciones transmitidas.”

               La nueva redacción del precepto ha entrado en vigor el día 31 de octubre de 2012, por lo que resulta aplicable a todas las transmisiones de valores que se hayan producido a partir de esa fecha.

               Conforme al nuevo artículo 108 de la LMV, las transmisiones de valores tendrán el siguiente tratamiento en el Impuesto sobre el Valor Añadido y en el Impuesto sobre Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (en lo sucesivo, IVA e ITPAJD):
Regla general

               La transmisión de valores está exenta tanto del IVA como del ITPAJD, según la operación esté sujeta a uno u otro impuesto (apartado 1 del artículo 108, LMV).

Regla especial:

               Sin embargo, si mediante la transmisión de valores se hubiera pretendido eludir el pago de los tributos que habrían gravado la transmisión de los inmuebles propiedad de las entidades a las que representen dichos valores, es decir, el pago del IVA o del ITPAJD, entrará en juego la regla especial, conforme a la cual dicha transmisión quedará sujeta al impuesto eludido, y ya no como transmisión de valores, sino como transmisión de inmuebles, lo cual implica que desde ese momento la transmisión de los valores en cuestión se tratará en el impuesto aplicable como transmisión de inmuebles a todos los efectos (párrafo primero del apartado 2 del artículo 108, LMV).

               La aplicación de esta regla especial requiere la concurrencia de tres requisitos básicos:

               1º. Que se trate de una transmisión de valores realizada en el mercado secundario, lo cual excluye la adquisición de valores de nueva emisión, que se produciría en los mercados primarios.
2º. Que los valores transmitidos no estén admitidos a negociación en un mercado secundario oficial, lo cual excluye a las transmisiones de valores admitidos a negociación en dicho mercado (sin requisito temporal previo de admisión).
3.º La intención o pretensión de elusión del pago de los tributos que habrían gravado la transmisión de los inmuebles propiedad de las entidades a las que representen dichos valores (animus defraudandi).

               Ahora bien, la referida pretensión de eludir los tributos que habrían gravado la transmisión de los inmuebles de la entidad cuyos valores se hayan transmitido constituye una cuestión de hecho, que no puede ser determinada a priori por este Centro Directivo, sino que deberá ser probada suficientemente por la Administración tributaria competente para la gestión del tributo aplicable.
No obstante lo anterior, el precepto regula tres supuestos en los que se produce la inversión de la carga de la prueba (párrafos segundo a quinto del apartado 2 del artículo 108, LMV).

               En estos tres casos –incisos a), b) y c)– [que no tienen carácter exhaustivo, sino meramente enunciativo), la Administración gestora sólo tendrá que comprobar la existencia de los requisitos objetivos que conforman el presupuesto de hecho en concreto, cuya concurrencia supondrá la presunción del requisito subjetivo de la pretensión de elusión y, en consecuencia, la sujeción al gravamen correspondiente sin exención.

               Sin embargo, y a fin de evitar la indefensión del interesado, esta presunción admite la prueba en contrario (presunción “iuris tantum”), de forma que el sujeto pasivo tendrá la oportunidad de probar la inexistencia de la pretensión de elusión, si bien, al tratarse de una cuestión de hecho, no puede ser resuelta a priori, sino que habrá de ser planteada en el procedimiento de gestión correspondiente y enervada por el interesado ante la Administración tributaria gestora competente.

               Por tanto, a diferencia de la redacción anterior a la modificación operada por la Ley 7/2012, en la que los supuestos de presunción del “animus defraudandi” se establecían de forma objetiva e incondicionada, en la redacción actual la aplicación de los tres supuestos de presunción de elusión queda sometida a dos condicionantes:

               Por un lado, los supuestos de presunción establecidos admiten prueba en contrario por lo que, aun concurriendo todos los requisitos establecidos en cualquiera de los tres supuestos establecidos, cabe la posibilidad de que las transmisiones en cuestión no queden exceptuadas de la exención si puede probarse que mediante las mismas no se pretendía eludir el pago de los tributos que habrían gravado la transmisión de los inmuebles propiedad de las entidades a las que representen dichos valores.

               Por otro lado, los citados supuestos de presunción se establecen “sin perjuicio de lo dispuesto en el párrafo anterior”, lo que supone una remisión al párrafo primero del apartado 2 en el que se establecen los requisitos que, con carácter general, excluyen la aplicación de la exención. Es decir, que, al contrario que en el supuesto anterior, aún sin concurrir ninguno de los requisitos establecidos en los tres supuestos de presunción examinandos, las transmisiones de valores admitidos a negociación en un mercado secundario oficial y que sean realizadas en el mercado secundario, pueden quedar exceptuadas de la exención siempre que la Administración tributaria pueda probar que mediante tales transmisiones de valores se pretendía eludir el pago de los tributos correspondiente.

               Así se deduce de la remisión al primer párrafo en el que se establecen los requisitos generales cuya sola concurrencia determina la exclusión de la exención, con total independencia de que, además, se den o no los presupuestos de hecho de los supuestos de presunción del animo elusorio que, como se ha señalado, no tienen mas valor que el de dispensar en tales casos a la Administración de probar la existencia del mismo.

               En el supuesto planteado, en principio no concurren los requisitos exigidos en al apartado 2 del artículo 108 de la LMV para conformar el presupuesto de hecho previsto en ninguno de los tres incisos –a), b) c)– de dicho apartado, por lo que no sería de aplicación la excepción a la exención prevista en dicho apartado. No obstante lo anterior, de los datos objetivos contenidos en la consulta si pudiera deducirse que la transmisión de valores incurre en lo previsto en el apartado 1 de dicho precepto, cuestión que no compete concretar a este Centro Directivo, por ser competencia del órgano gestor.


CONCLUSIÓN:

               En el supuesto objeto de consulta, parece que, en principio, no concurren los requisitos exigidos en los párrafos segundo y siguientes del apartado 2 del artículo 108 de la LMV para conformar el presupuesto de hecho previsto en ninguno de los tres incisos –a), b) c)–, por lo que no sería de aplicación la excepción a la exención prevista en dichos párrafos. No obstante lo anterior, de los datos objetivos contenidos en la consulta si pudiera deducirse que la transmisión de valores incurre en lo previsto en el párrafo primero del apartado 2 de dicho precepto, cuestión que no compete concretar a este Centro Directivo, por ser competencia de la Administración gestora.

               Lo que comunico a Vd. con efectos vinculantes, conforme a lo dispuesto en el apartado 1 del artículo 89 de la Ley 58/2003, de 17 de diciembre, General Tributaria .

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